miércoles, 8 de julio de 2009


Capitalismo y ciudadanía, por José Nun

Habíamos expresado el deseo de mostrar algo de lo que hicimos en la Feria Nacional del Libro. Mas, dentro de esta gran fiesta anual del mercado editorial y la lectura –primero lo primero y segundo lo segundo- es imprescindible detenerse y elegir, si no queremos morir hipnotizados o de aburrimiento.

Justo y fuertemente, uno de los regalos que trajimos habla de ello.

La Secretaría de Cultura de la Nación tuvo su stand, de ahí viene este texto de José Nun. El secretario de Cultura, en un escrito más crítico que de costumbre, aborda tópicos que siempre fueron de su interés a los que agrega nuevos conceptos.

El texto se puede dividir, básicamente, en dos partes: primero el problema de la construcción de la ciudadanía relacionado a la inclusión social, y segundo el problema de la reconstrucción de ciudadanía vinculado a lo que Nun llama la “corrupción del conocimiento”, en el marco de la Argentina neoliberal de los últimos veinte años.

Si bien el escrito es anterior a las últimas elecciones, creemos que sigue teniendo vida crítica, e inclusive autocrítica. Veamos.



Capitalismo y ciudadanía

Habitualmente, el problema de la construcción de ciudadanía se vincula por muy buenas y obvias razones al de la inclusión social. Se piensa inmediatamente en la pobreza, en la indigencia y en la marginalidad, y en los modos posibles de lograr que sus víctimas puedan hacer valer sus derechos. Sucede que a esta altura hemos aprendido ya que ser titular de un derecho no equivale necesariamente a poder ejercerlo: en el caso de la ciudadanía política, esto implica gozar de autonomía moral y de conocimientos imprescindibles para optar con fundamento, a fin de que el voto adquiera su pleno sentido democrático.

Se sigue sin demasiadas dificultades que, como ya sabían Jefferson, Rousseau o Sarmiento, la autonomía moral exige un grado razonable de seguridad económica que la sustente y los conocimientos, la posibilidad de un acceso informado y crítico a las alternativas políticas disponibles.

Tal ha venido siendo la inspiración básica de los programas de construcción de ciudadanía en los cuales nos hemos empeñado desde comienzos de esta gestión, cuando la crisis a la que condujo un neoliberalismo desenfrenado había empujado a la miseria a más de la mitad de los argentinos. En un contexto así, el clientelismo, por ejemplo, se había vuelto (y lo sigue siendo aún para amplios sectores) una solución bastante racional en tiempos electorales, píamente criticada por los responsables directos o indirectos de generar sus propias condiciones de existencia.

Sólo que hoy comprobamos que a ese problema tan grave se le suma otro, de características diferentes, pero de importancia no menor. Me refiero a lo que podríamos llamar el problema de la reconstrucción de ciudadanía, en el contexto de lo que Robert Reich (ex ministro de Clinton) ha rebautizado como

“supercapitalismo”. Concierne a capas considerables de la población que no son ni pobres ni indigentes, pero que han sido tan tenazmente trabajadas por la prédica mediática de dirigentes camaleónicos y de periodistas bien pagos por las grandes corporaciones que carecen ellas mismas de aquel acceso informado y crítico del que hablaba, o directamente han perdido todo interés en la política. Las consecuencias están a la vista, aunque nada se aprenda de ellas: el que “se vayan todos” no acompañado de un esfuerzo sostenido de participación y de discusión ideológica condujo a un resultado esperable. “Se quedaron todos” y, peor todavía, en un alarmante cantidad de casos, disfrazados de aquello que no son. Total, los medios que los apoyan no van a sacarles los trapitos al sol y, por añadidura, a extensas franjas de la ciudadanía la cuestión ha dejado de importarles.

Se denuncia correctamente la corrupción económica que el mal llamado esquema de “libremercadismo” instaló en el país con una fuerza inusitada en las últimas décadas y que tanto cuesta erradicar. Pero casi no se habla de la corrupción del conocimiento de la realidad que la ha acompañado y que está destruyendo el sentido cívico de la población sin que sus víctimas ni siquiera se enteren. O peor aún, que se crean los verdaderos custodios de la democracia cuando no hacen nada para ser partes activas de ella. Es fundamental la construcción de ciudadanía; pero es también esencial su reconstrucción, antes de que derecha rapaz y una izquierda boba nos precipiten otra vez en el abismo del que tan costosamente se ha venido saliendo en estos últimos años. Apostamos a que los programas que desarrollamos desde esta Secretaría aporten para lograrlo.


José Nun
Abril y mayo de 2009
Feria del Libro



Arriba una imagen del Mural del Bicentenario realizado por Rep en la última Feria del Libro, no se pierdan una vista a su impresionante trabajo: http://miguelrep.blogspot.com/2008/05/mural-del-bicentenario.html

En la página de Víctor Hugo Morales pueden escuchar una entrevista a José Nun, donde además de leer el texto que subimos hace un repaso de sus años en el cargo y se explaya sobre las acciones de "Libros y casas", programa que la Secretaría está llevando a cabo con silencioso éxito:
http://www.victorhugomorales.com.ar/2009/05/26/relfexion-del-mediodia-jose-nun/

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