martes, 29 de junio de 2010

Nueva Comisión Directiva para los próximos dos años

La nueva comisión directiva

El último lunes 28 de junio a las 19.30 horas se reunió la Comisión Directiva de la Biblioteca con el fin de leer la Memoria y el Balance del último año y para renovar en su totalidad el grupo que presidirá la biblioteca en los próximos dos años.

Dando inicio al acto miembros de comisión saliente acompañados del contador Heriberto Urbisaia trataron los primeros puntos del Orden del Día que respeta el Estatuto.

Luego de la lectura de las actividades de la biblioteca en el periodo marzo de 2009-febrero de 2010 por la prosecretaria Guillermina Conde y la secretaria Marcela Vergara, el contador Urbisaia detalló de un modo comprensible para los presentes los números de la biblioteca en los últimos dos años, mostrando la notable mejora que tuvo la administración de la entidad en este aspecto, resultado de gestiones simples que abrieron la biblioteca a la comunidad y hacen que hoy esté superando el record histórico de socios.

Acto seguido el presidente Julio Herrera presentó a la nueva Comisión Directiva. Recordamos que como asociación civil de autoconvocados cualquiera puede presentar una lista, y que se decide por votación de los presentes.

La Comisión Directiva que orientará la Biblioteca Popular D.F. Sarmiento de Cañuelas en los próximos dos años es la que sigue:

Presidente: Cristian Cirigliano
Vicepresidenta: Rosa Esther Sabino
Secretaria: Karina Alcoba
Prosecretaria: Marcela Vergara
Tesorero: Alberto Vigoz
Protesorera: Florencia Sosa
Vocales: Carlos Astudillo, Mariela Salé, Verónica Elchin, Araceli Rivas, Elena Chiappe y Anabell Sierra
Directora: Julieta Biato

La directora Julieta Biato fue confirmada en su cargo (recordemos que como tal no forma parte de la Comisión Directiva y puede ser removida por la misma), mientras que Julio Herrera dejó su lugar a Cristian Cirigliano, luego de presidir en el tiempo una de las etapas más renovadoras de toda la historia de la biblioteca.

jueves, 24 de junio de 2010

Llámame traidor. El Cultivo Teatro

lunes, 14 de junio de 2010

Fútbol: dinámica de lo impensado, de Dante Panzeri

El presente libro, que es una exquisitez, dice al inicio: “Este libro no sirve para jugar al fútbol. Sirve para saber que, para jugar al fútbol, no sirven los libros. Sirven solamente los jugadores…y a veces ni ellos, si las circunstancias no los ayudan”.

Así damos la razón a Daniel Roncoli cuando dice que en literatura al fútbol hay entenderlo como “vehículo de ideas”, porque también ocurre en ensayos analíticos y, desde luego, muchas veces en las conversaciones y diatribas sobre lo mismo.

Dante Panzeri (1921-1978), está considerado uno de los periodistas y escritores del siglo XX que más influyó en la manera en que vemos el fútbol los rioplatenses.


Fútbol, dinámica de lo impensado:

“Y afirmamos que cuando Europa trocó libros por jugadores, fue la capacidad eminentemente individual, creadora por espontaneidad, destellante para gambetear, lo que más cautivó en la elección de los jugadores sudamericanos que llevó para que enseñaran a jugar al fútbol como sus libros no lograban hacerlo.
El suceso de esos jugadores fue hacer ‘allá’ lo que hacían ‘aquí’. Entre ello: gambetear”.

(142 p.)


“Es más: nunca hubo tanto ‘solismo’ en el fútbol como desde que el jugador ha sido traumatizado en su iniciativa para crear, y educado a jugar supuestamente más que antes ‘para el equipo’. Desde entonces, más que nunca, el fútbol se ha llenado de parceleros que se ocultan en la comodidad de un sector rígido de movimientos, sin intentar crear nada fuera de allí, sin hacer ‘individualismo’ como una gran usina de creaciones conjuntas. Como que individualismo puede ser egoísmo, pero también puede ser altruismo. Los adversarios que Pelé deja en el campo en un largo pique, pueden demostrarlo. Y los compañeros de Pelé atestiguarlo. ¡Qué gran compañero es el individualismo de Pelé! Del mismo modo, el de todo individualista que con la acción individual (puede ser gambeta, puede ser ‘arrastre de gente’) despeja el campo y gana posiciones para su bando. Desde luego que de compañerismo, ni de positiva, tiene nada, la misma acción individual destinada a una mera exposición de preciosismos personales en el manejo de la pelota”.

“Gambe-ta: Etimológicamente la palabra tiene origen italiano. De ‘gamba’ (pierna). Gambetear es realizar movimientos con las piernas. Bailotear.
Pero he aquí una nueva salvedad que hacer a propósito de lo relativo que es todo en el fútbol de las frecuentes ‘dos caras’ que tienen muchos recursos y particularidades del juego: ni el mismo gambeteador que hemos definido como ideal (el que gana terreno con su gambeta) será eficaz usuario de la gambeta si no usa el freno. ¡A cada momento el fútbol es una filosofía de lo contradictorio! Eso es lo que no logran entender quienes procuran hacerlo una mecánica científica-tecnológica del movimiento continuo”.

(144-145 pp.)


“Viajar es una forma de jugar en la vida de los adultos. Ya que no solamente el niño juega. El hombre, y sobre todo el rico de espíritu, vive jugando. Mientras trabaja, mientras vive, y aun mientras muere y juega a no morir.
Pero el hombre-tecnológico no va dejando sitio sin invadir con técnica, su angustia por la seguridad que curiosamente lo hace muy inseguro…y se extiende en su invasión hasta el mismo mundo del hombre que juega, viajando o disputando un partido de fútbol.
¡Y hasta el turismo, como juego, se escamotea!
El fútbol ha corrido la misma suerte que el turismo: ¡cayó bajo las garras de la ‘seguridad’ de esa generación de seguridad tecnificada que produce, tan contradictoriamente, ¡la más insegura de las vidas por que ha pasado el hombre hasta ahora!
Como que la angustiosa inseguridad del hombre ‘de hoy’, con su abundante consumo de sedantes para estar en pie, soporíferos para poder dormir y estimulantes para poder vivir…es fundamentalmente el fruto de la ‘seguridad’ que él mismo se ha dado y que lo hace sentir inseguro…
Seguridad que lo lleva, en otro caso, al aburrimiento de la monotonía que simboliza saber lo que va a pasar hasta en lo que necesitamos no saber cómo será (turismo)”.
( )
El fútbol tiene hoy una angustia como nunca tuvo antes.
La angustia de la inseguridad que le trae su seguridad: ‘el 4 se la da al 5, el 5 se la da al 8…’
Tenemos la ‘seguridad’ de que el 4 se la da al 5, el 5 se la da al 8…pero si eso no se puede…¡desesperamos! Porque no sabemos ‘otra’.
Estamos ‘muy felices’ porque hemos ‘progresado tecnológicamente’, pero esa misma felicidad nos hace más angustiados que nunca. Y la angustia nos quita jugadores, hace que consideremos que lo más prudente es no jugar…para ser más felices o vivir menos angustiados.
No en vano el futbolista de hoy repite a cada momento aquello de…
-¿Qué importa si jugamos mal pero hemos ganado?
O aquello otro de…
-Si jugamos mal, pero los diarios dicen que jugamos bien, y además ganamos, ¿para qué vamos a jugar diferente?

(214-215 pp.)


“Yo afirmo, con el mismo derecho, que un estudio psicológico de futbolistas, bien realizado…demostraría que no sabemos por qué el buen jugador es bueno y el mal jugador es malo. O a lo sumo podría demostrar que el fútbol…para ser serio tiene que ser juego. Y si es juego, es espontaneidad. Y si es espontaneidad, no se puede organizar. Y si es incontrolable, es un magnetismo de la incógnita de lo que va a pasar. Sea ‘moderno’ o sea ‘antiguo’. Sea simplemente fútbol, bien o mal jugado, único fútbol que existe. Con jugadores. Sin entrenadores, sin periodistas, sin psiquiatras.
El psiquiatra de futbolistas habla de líderes. Sinónimo de ‘capos’. De camarillas, claro está. Muy de acuerdo. Hoy no hay líderes, no hay camarillas. Solamente hay camarillas para pedir más plata. Allí lo apoyo. El fútbol le agradecerá a la psiquiatría que le dé un líder, un capo y una camarilla…para jugar todos para todos, en lugar de uno para cada uno, ‘a salvarse de las críticas’, como sucede ahora en todos los clubes".

(212-213 pp.)


Dante Panzeri, Fútbol, dinámica de lo impensado, Paidós, BA, 1967.

Libros sobre fútbol y reportaje a Daniel Roncoli ¿qué más?

“Que aprendan, mi amigo, a las patadas pero que aprendan”.
(Palabras adjudicadas a D.F. Sarmiento cuando Alexander Hutton, padre fundador del fútbol argentino y a la sazón Rector del High School English, le solicita permiso para enseñar el deporte a sus estudiantes. Cuanto pondría (también…) a Sarmiento como uno de los impulsores del fútbol en Argentina).


EL FÚTBOL COMO VEHÍCULO DE IDEAS


El actor y escritor Daniel Roncoli incursiona en la narrativa infantil y cuenta su experiencia. Por las ediciones Párrafo Aparte y junto al asesoramiento periodístico de Alejandro Fabri, ya aparecieron sus libros de la colección Pelota de Papel: “Las aventuras del Mellizo” (historia de Guillermo Barros Schelotto) y “Esta historia no es cuento” (historia del Club Vélez Sarsfield en sus 100 años).

Comenzó el Mundial y no queremos quedar afuera. Agradecemos a Daniel la buena onda (respondió estas preguntas por mail, e hizo llegar sus libros a la Biblioteca), y a los compañeros de La información por haber dejado congregar –ahora aun con otros cambios sutiles- la entrevista en torno a los libros.


-La escritora chilena Gabriela Mistral decía que la única patria es la niñez y que todo lo demás es mistificación política, leyendo tus libros: ¿podríamos decir que tu patria es Cañuelas y una de tus místicas el fútbol?
-Es una frase que también usaba Borges y con la que me identifico, la de la patria y la niñez. No tengo un sentimiento patriótico en el sentido chauvinista y la connotación que se le da usualmente, pienso más sin fronteras y que la única nacionalidad es la raza humana. En cuanto al fútbol como mística es casi una entelequia, por diversas razones que son largas de enumerar, el fútbol está vacío de mística. Lo más acertado, en cuanto a la relación del fútbol con la literatura, creo que es verlo como un vehículo de ideas.
-¿Qué desafíos implicó escribir para chicos, como lo estás haciendo ahora para Pelota de Papel; qué fue lo difícil o lo fácil en el incursionar en una área tan extralimitada como la literatura infantil?
-Es un desafío relativo. Desde el punto de vista técnico, fui contratado para eso por lo que no tengo que cargar con el peso -ni con los pesos- del proyecto. En cuanto a lo que tiene que ver con el contenido, me llamaron para escribir una docena de libros formales, biografías e historias duras y yo lo llevé hacia un continente de ficción. Los hice más divertidos y menos informativos con una ligera intención formativa. No me fue fatigoso porque partí desde el lugar que parto siempre, que es el juego. Me resultó divertido.
-Soy de Boca, y he discutido con mucha gente sobre la valía de un jugador como Guillermo. Imaginate, para nosotros haber visto a Román, Palermo y Guillermo juntos es una edad de oro que les podremos contar a nuestros hijos. ¿Pensás que seguirán saliendo jugadores como El Mellizo o de a poco vamos a tener que irnos acostumbrando a puntas y medias puntas "in vitro" como Messi en un mundo cada vez más globalizado que borra las particularidades?
-Hay poco espacio para la rebeldía. Más allá de las características puntuales de Barros Schelotto, vemos como cada día se van uniformando más los jugadores. Desde mi punto de vista no es sólo una resultante de falta de futbolistas de esas características sino como una resultante de muchos factores que tiene a la comunicación en uno de sus vértices de influencia. Se ha modelado un espectador impaciente y compulsivo que no permite el desarrollo de un estilo: los periodistas ven como una catástrofe dos derrotas y piden cabezas. En esa urgencia, los que menos arriesgan son los que mayores posibilidades de supervivencia tienen y por ende, todo se achata e impera el miedo. En este sentido, estimo a Riquelme: en un mundo ligero, frenético y de jugadores atletas él impone su ritmo, el parar la pelota, que es una cuestión ideológica, y no dejarse arrastrar por el sentimiento de manada.
-La Biblioteca Sarmiento organizó por segundo año consecutivo la Semana de la Poesía, en 2010 con la participación de más de 60 autores. Contanos qué es para vos la poesía.
-Es la gambeta de la literatura. El intento de tirar un caño. Hay poesía y hay estados poéticos.
-En algún momento dijiste que no leías clásicos, hablando en serio: ¿qué clásicos leíste o te gustan?
-No recuerdo haber dicho eso pero es absolutamente cierto. Leo muy poco. No me ufano de ello, todo lo contrario: soy un lector abandónico, con pereza y desapasionado.
-Un libro que hayas leído hace poco y recomiendes.
-Leo muy poco, pedacitos de libros, cosas sueltas... me cuelgo con mis ideas y con lo que tengo por escribir. No le dedico tiempo ni concentración a leer. Creo que el último que leí entero, así, de un tirón, en viajes de colectivos recientes fue uno que se llama Fernández, que es un libro de Jorge Fernández Díaz. Me resultó entretenido.
-Alejandro Dolina suele sostener que el fútbol no es "cultura". ¿Cómo sentís que se puede relacionar el fútbol con eso que llamamos cultura y, si, digamos, la literatura puede operar como puente, o el fútbol ya merece ser considerado cultura?
-Creo que Dolina lo dice en el sentido académico del concepto. También con un ánimo provocativo. Desde el rito y desde el peso que tiene el fútbol en nuestra sociedad, no tengo duda que es, cuanto menos, un fenómeno cultural. En relación a la literatura, si bien se lo intenta ver como género, creo que la literatura toma al fútbol como un escenario para hablar de sentimientos imperecederos, vitales y eternos. Se escribe de eso. No se habla de la cuestión táctica o estratégica del fútbol sino de amor, de traición, se teje una historia policial, lo que fuera, dentro de un continente futbolístico como podría acontecer en otro sitio, un ascensor, la calle o el ámbito de una oficina. Muchas veces, que esas historias pasen alrededor del fútbol les da una particularidad. Otras, suceden en escenarios futboleros como mera escenografía. Lo que sí noto, es que mucha gente lee a algunos buenos autores cuando advierte que tocan al fútbol. En este sentido, creo que es un aporte sustancial para la literatura. Los libros tienen poco público y es bueno sumar lectores con la excusa futbolera.

Aquí les cuento:
“La seño me pregunta por un gran hombre de nuestra historia: ¿Quién será? ¿San Martín? ¿Belgrano? ¿Sarmiento?
-Pepe Amalfitani, ese es el gran hombre de nuestra historia. No cabe ninguna duda”.
Pasajes instructivos de este estilo –el citado sobre el gran hacedor del club Vélez- pueden leerse en los dos libros de historias de fútbol que Roncoli publicó por Párrafo Aparte.
Mediante tres personajes de ficción, Galindo, Aquiles Vendo y El Patriarca de los Goles, el autor va dilucidando desde el entretenimiento, historias del fútbol argentino perfectamente documentadas.
“Me atrevo a decir con conocimiento de causa -cuenta Daniel en la contratapa- que no hubo otra colección así”.
Bienvenido este proyecto del que habrá otros libros y tiene a Daniel Roncoli como principal protagonista, en donde los chicos aprenderán sobre el deporte más popular que, además de haber hecho ya merecimientos para formar parte de nuestra historia grande, posee valores humanos que aquí son resaltados.

Ficha: Daniel Roncoli nació en Cañuelas y tiene una larga trayectoria dentro del periodismo, entre la que se encuentra redactor de la revista El Gráfico. Desde el 2006 con su libro “Instrucciones para embellecer el domingo” ingresa a la literatura sobre fútbol, publicación a la que siguen “Resaca de potrero” y “Canilleras en el alma”, con el aliento de grandes relacionados con este deporte como Víctor Hugo Morales, Roberto Fontanarrosa y Jorge Valdano.

La información Revista, mayo de 2010.


Quién pudiera haber sido Diego Maradona.
Para pararse como De Niro en el espejo.
Preguntarse ¿me hablás a mí? y sin resentimientos, en voz alta, decirse todos los errores.
Prometerse todas las mañanas.
Comprometerse una vez más con la alegría.
Y abrazarse a solas, con él mismo, con los brazos y el corazón, que le donaron los humildes.
Para ser uno con la piel de millones.
El eco de todos los anhelos.
La fantasía colectiva de un orgasmo ancestral con forma de pelota.
Para sentir por un instante lo que es ser Diego Maradona.

¿Quién pudiera? (fragmento), de Instrucciones para embellecer el domingo, Daniel Roncoli.



Libros sobre fútbol en la Biblioteca Sarmiento:
-Historia del fútbol argentino (La Nación), tres tomos, 1994.
-Memoria y balance general, periodo 1-7-92/30-6-1993 (AFA).
-El libro de oro del Mundial 1930-1998 (Clarín).
-Los mundiales de fútbol (Luis Garro), 1978.
-“Sábado”, la historia del fútbol del ascenso (Gabriel Chepenekas, Fernando D’Addario y Luis Vívori), 1997.
-Fútbol amateur para principiantes (Prof. J. Mera), 1972.
-“Ser o no ser… arquero”, Musimesi/Carrizo/Fillol/Gatti/Goycoechea (Lucio Fernández Moores), 1992.
-Reportajes a 95 celebridades del deporte (Sergio Evangelista), 1993.
-Fútbol “juegos para el entrenamiento” (Günter Lammich), 2007.
-Reglamento de fútbol (Editorial Stadium).
-Fútbol, dinámica de lo impensado (Dante Panzeri),1967 leer fragmentos
-“El potrero, la pista y el ring”, las patrias del deporte argentino (Eduardo P. Archetti), FCE, 2001.
-“Crónicas del aguante”, fútbol, violencia y política (Pablo Alabarces), Capital Intelectual, 2004.
-Mi visión del fútbol (Enrique Macaya Márquez), 1996.
-El fútbol que le gusta a la gente (Enrique Pagani), 2006.
-Literatura de la pelota (selección Roberto J. Santoro, presentación Alejandro Apo, estudio Lilian Garrido), reedición de 2007.
-Cuentos de fútbol argentino (selección y prólogo: Roberto Fontanarrosa), Alfaguara, 1998.
-“Corazón y pases cortos”, cuentos futboleros pateados (Juan José Panno), 2007.
-El equipo de los sueños (Sergio Olguín), 2004.
-El fútbol a sol y sombra (Eduardo Galeano), 1995.
-Puro fútbol (Roberto Fontanarrosa), Ediciones De la Flor.
-Cuentos de los años felices (Osvaldo Soriano), Editorial Sudamericana.
-Un viejo se pone de pie y otros cuentos (Eduardo Sacheri), 2007.
-Esperándolo a Tito y otros cuentos de fútbol (Eduardo Sacheri).
-Lo raro empezó después, cuentos de fútbol y otros relatos (Eduardo Sacheri).
-Instrucciones para embellecer el domingo (Daniel Roncoli), Ed. Del Jilguero, 2005.
-Resaca de potrero y otros cantos al fútbol (Daniel Roncoli), Ed. Del Jilguero, 2006.
-“Las aventuras del Mellizo”, Guillermo Barros Schelotto (Daniel Roncoli), Párrafo Aparte, 2009.
-“Esta historia no es cuento”, Club Atlético Vélez Sarsfield (1910-2010) (Daniel Roncoli), Párrafo Aparte, 2009.

-Pieza de museo: Alumni, “Cuna de campeones y escuela de hidalguía” (Ernesto Escobar Bavio), Editorial Difusión, 1953. Sobre la base de este libro acerca del primer club de fútbol de la Argentina, se filmó la película “Escuela de campeones” estrenada en el Cine Teatro Broadway en diciembre de 1950, luego proclamada mejor producción cinematográfica del año.

sábado, 12 de junio de 2010

Encuesta cerrada

En la banda del blog tuvimos una nueva encuesta, cuya consulta era: ¿Qué le parece la Biblioteca?, con las siguientes opciones de elección y los siguientes resultados:

  • La mejor de la zona 0 voto (0 %)
  • Excelente 0 voto (0 %)
  • Muy buena 0 voto ( 0 %)
  • Simplemente buena 0 voto ( 0 %)
  • Tiene muy buena ubicación 0 voto ( 0 %)
  • Podrían realizarse mejoras 1 voto (100 %)

Cantidad de votos: 1.

viernes, 11 de junio de 2010

Ciclo de exposiciones del Taller Nosotros


El próximo domingo 13 de junio a las 18.30 h. se inaugura un ciclo de exposiciones del taller de pintura “Nosotros”. Si bien no fue adelantada la temática, tendrá como referencia el Bicentenario de la Patria. Los primeros expositores para este mes: Griselda Picco, Marianela Raggi, Rocío Romero y Alberto Vigoz, a los que seguirán otros cuatro a modo de relevo, luego del 25 de junio. Los esperamos.

martes, 8 de junio de 2010

Compra en la Feria del Libro 2010

Aquí están, estos son; elija dónde tesoro, dónde corazón

En el mes de mayo realizamos la compra en la Feria del Libro, posibilitada por un subsidio que nos entregó la CONABIP. Adquirimos cerca de 150 libros, en una de las compras más grandes que tuvimos la oportunidad de hacer. Nos centramos en primer lugar en el material de consulta y lectura escolar, que nunca llegamos a cubrir del todo; verán que año tras año se repiten autores, y es que hay libros del que necesitamos tener un nivel de stock permanente para responder a las lecturas de primaria y secundaria. Los descuentos que logramos por biblioteca popular, hacen que aprovechemos para comprar libros caros, como pueden ser los manuales. Y, a diferencia de otros años, también adquirimos títulos para ciclos superiores. Y libros para los chicos, olvidábamos, si todo es para llevar a la escuela o la facu, nos aburrimos.

Los bestseller (nos referimos a los actuales, NO a los verdaderos: La Biblia, Shakespeare, Cervantes, Goethe, Dante, García Lorca, Sarmiento, Quiroga, Galeano, los libros que se repiten año tras año, que decíamos) pedidos por la gente están, no todos pero sí estadísticamente. Los esperamos.



Primaria

Manual estratégico 4, Editorial Puerto de Palos
Manual estratégico 5, Editorial Puerto de Palos
Manual estratégico 6, Editorial Puerto de Palos
Ciencias naturales 1, Huaca la vaca 1. Editorial Puerto de Palos
Huaca la Vaca 2, Editorial Puerto de Palos
Huaca la vaca 3, Editorial Puerto de Palos
Manual en foco 4, Editorial Santillana
Manual en foco 5, Editorial Santillana
Animate 6, Santillana
Animate 5, Santillana


Secundaria

Ciencias naturales 1
Matemática 2, Editorial Puerto de Palos.
Economía, Editorial Aique
Historia 2, Editorial Puerto de Palos
Historia 3, Editorial Puerto de Palos
Lengua B, Editorial Aique
Lengua A, Editorial Aique
Lengua C, Editorial Aique
Biología, Editorial Santillana
Física 1, Editorial Aique
Literatura 2, Editorial Puerto de Palos
Física y química, Editorial Santillana
Lengua y Literatura III, Editorial Santillana
Literatura 2, Puerto de Palos
Sociología, Aique
Matemática I, Santillana
Lengua 1, Santillana


Superior

Freire, Paulo “El grito manso”
Freire, Paulo “Pedagogía de la esperanza”
Freire, Paulo “Cartas a quien pretende enseñar”
Prieto Castillo, Daniel “La comunicación en la escuela”
Sabino, Juan Pablo “Educación, subjetividad y adolescencia”
Nicastro, Sandra “Revisitar la mirada sobre la escuela”
Nicastro, Sandra “Entre trayectorias”
Sanjurjo, Liliana “Volver a pensar la clase”
Bixlo, Cecilia “Maestros del siglo XXI”
Gvirtz, Silvana “La educación, ayer, hoy y mañana”
Cullen, Carlos “Crítica a las razones de educar”
Gvirtz, Silvana “El ABC de la tarea docente”
Villilla, José “¡Piedra libre para la matemática!"
Furman, Melina “La aventura de enseñar ciencias”
Itzcovich, Horacio “La matemática escolar”
Camilloni, Alicia “Corrientes didácticas contemporáneas”
Romero, Claudia “Hacer de la escuela una buena escuela”
Corea, Cristina “Pedagogía del aburrido”


Lectura infantil y adolescente

Montero, José “La trampa y otros cuentos”
Brandan Aráoz, María “La sortija y otros cuentos de terror”
Brandan Aráoz, María “Detectives en Palermo viejo”
Conan Doyle, Arthur “Elemental Watson”
Butti, Enrique “El fantasma del teatro municipal”
Casona, Alejandro “La barca sin pescador”
Twain, Mark “Diario de Adán y Eva”
Fisher, Robert “El caballero de la armadura oxidada”
Ruel, Francine “Lucas”
Falconi, María Inés “Caídos del Mapa I, II, III, IV y V”
Barrón, Nestor “Cuentos de terror y espanto”
Morales, Máximo “Cuentos de brujas”
Villafañe, Javier "Teatro para chicos (obras completas I)”
Walsh, María Elena “El reino del revés”
Walsh, María Elena “Manuelita ¿dónde vas?”
Eudeba, “Guía del Estudiante 2010”
Barua, Arpita “Experimentos con luz”
Reynolds, Roberto “El mágico mundo de los duendes”
Mariño, Ricardo “Sangre india”
Grimm, Hermanos “Caperucita roja”
Grimm, Hermanos “Hansel y Gretel”
Perrault, Charles “El gato con botas”
Andersen, Hans C. “El soldadito de plomo”
Grau, Silvia “Curumbaba y Curcumbé”
Alemán “El flautista de Hamelin”
“Mitos clasificados III” (Cántaro)
Roldán, Gustavo “Las pulgas no andan por las ramas”
Gutierrez Méndez, Patricia “Mayo de 1810”


Literatura general

Goethe, Johann “Fausto”
Shakespeare W, “Romeo y Julieta”
Sarmiento D.F. “Facundo”
Baudelaire, Charles “Las flores del mal”
Blake, William “Matrimonio entre el cielo y el infierno”
Prado, Comandante “La guerra al malón” (CONABIP)
Fogwill, “Cuentos completos”
“Popol Vuh”, Libro sagrado de los mayas
Ovidio, “El arte de amar”
Apuleyo, “El asno de oro”
Dostoievski, Fedor “Los hermanos Karamazov”
Dostoievski, Fedor “Los demonios”
Cervantes Saavedra, Miguel “Don Quijote de la Mancha”
Huxley, Aldous “Un mundo feliz”
Dolina, Alejandro “El libro del fantasma”
Dolina, Alejandro “Crónicas del ángel gris”
Oesterheld/Brecchia, “Evita y El Che” (historieta diario Clarín)
Saccomano, Guillermo “El buen dolor”
Frank, Anna “El diario de Anna Frank”
Echeverría, Esteban “El matadero y La cautiva”
Alighieri, Dante, “La divina comedia”
Galeano, Eduardo, “Las venas abiertas de América Latina”
Pessoa, Fernando “Antología esencial”
Almafuerte “Poesías completas”
Piñeiro, Claudia “Las grietas de Jara”
Brown, Dan “El símbolo perdido”
Sacheri, Eduardo “La pregunta de sus ojos”
Larsson, Stieg “Los hombres que no amaban las mujeres”
Cabrera, Ana María “Felicitas Guerrero”
Coelho, Paulo “Veronika decide morir”
Coelho, Paulo “El alquimista”
Saramago, José “Caín”
Saramago, José “Ensayo sobre la lucidez”
Bonelli, Florencia “Indias blancas”
Gorostiza, Carlos “El patio de atrás”
García Lorca, Federico “La casa de Bernarda Alba”
Stevenson, Robert “El extraño caso de el Dr. Jekill y Mr. Hyde”
Brinton, Crane “Nietzsche”
Real Academia Española, “Nueva gramática de la lengua española”


Psicología, pensamiento y sociedad

González, Diana y Segan Analia “Historias para el Bicentenario”
Di Meglio, Gabriel “El libro del Bicentenario”
Pigna, Felipe “1810”
Pigna, Felipe “Mitos de la historia Argentina 1”
Pigna, Felipe “Mitos de la historia Argentina 2”
Majul, Luis “El dueño: historia secreta de Néstor Kirchner”
Cerruti, Gabriela “El pibe: negocios, intrigas y secretos de Mauricio Macri”
Feinmann, José Pablo “Timote: secuestro y muerte de Aramburu”
Russo, Sandra “Milagro Sala: Jallalla. La Tupac Amaru, utopía en construcción ”
Andino, Guillermo “El poder de la buena noticia”
Galasso, Norberto “El che: revolución latinoamericana y socialismo”
Alem, Leandro N. “Autonomismo y centralismo” (CONABIP)
Terán, Oscar “Historia de las ideas argentinas”
Frank, Susana “Pueblos originarios de América”
Borrero, José María “La patagónica trágica”
Stamateas, Bernardo “Autoboicot”
Rolón, Gabriel “Palabras cruzadas”
Levi, Norberto “La sabiduría de las emociones”
Cobley, Paul “Semiótica para principiantes”
Graves, Robert “Los mitos griegos 1 y 2”
Bellomo, Santiago “¿Adultos adolescentes?”
Colombo, María Elena “La actividad mental”
Foucault, Michel “Vigilar y castigar”
Barthes, Roland “Mitologías”
Calle, Ramiro "Buda: el príncipe de la luz. Su vida y su enseñanza"


Arte y otros

Ediciones Banco Velox “Pintura argentina final del siglo XX”
Ediciones Banco Velox “Pintura argentina precursores II”
Lewtuszyk, Mirta “Huerta orgánica casera”
Golombek, Diego “El nuevo cocinero científico”

Renovación de la Comisión Directiva. Invitamos a los socios

La Comisión Directiva de la Biblioteca Popular “Domingo F. Sarmiento” de Cañuelas invita a sus asociados a la Asamblea Anual Ordinaria que se realizará el lunes 28 de junio a las 19.30 h. en el local de la Institución, sito en Lara y 25 de mayo, con el fin de tratar el siguiente:

ORDEN DEL DÍA

1º) Lectura del Acta de la Asamblea Anterior.
2º) Explicar los motivos por los cuales la Asamblea se realiza fuera de termino.
3º) Lectura de la Memoria, Balance, Inventario e Informe de la Comisión Revisora de Cuentas correspondiente al periodo comprendido entre el 1 de marzo de 2009 y el 28 de febrero de 2010.
4º) Renovación total de la Comisión Directiva y de la Comisión revisora de Cuentas.
5º) Fijación de la Cuota Social.
6º) Elección de dos socios presentes para firmar el acta.



Marcela Vergara
Secretaria

Julio Martín Herrera
Presidente


Nota: Transcurrida la hora de tolerancia establecida en el Estatuto, la Asamblea se realizará con los socios presentes.

martes, 1 de junio de 2010

El Cielito, por Carlos Vega

El Cielito: canto y danza popular de Mayo


“El cielito” (1829), acuarela de Carlos Enrique Pellegrini. Dice Carlos Vega acerca de la imagen: “El valor documental de estas litografías es grande; su precisión desde el punto de vista coreográfico, muy relativo. ( ) El danzante en primer plano, baja los brazos, no hace castañetas, como cuando se zapatea; el otro las hace, como cuando se ejecutan los desplazamientos; y hasta parece que –lo mismo en su Media Caña- una pareja solitaria está danzando por su cuenta en tercer plano”.


“El cielito fue el gran canto popular de la Independencia. Atraído por la revolución, vino de las pampas bonaerenses, ascendió a los estrados, se incorporó a los ejércitos y difundió por Sudamérica su enardecido grito rural. Soldado inmediato y pronto, al lado del himno majestuoso, es aguijón de la aventura; porfía en tierras lejanas, celebra el triunfo, vuelve libre y recoge su cansancio en los espíritus asociados a las grandes emociones de la gesta.”

(Carlos Vega, Las danzas populares argentinas).


Comienzo de la danza:

“Cuando la concurrencia estaba en su mayor parte, se nombraba al bastonero, que ordenaba un cielo a los guitarreros. Recorría las filas de los hombres diciéndoles: Vd. está en el baile, a todos los que cabían en la sala”.

El guitarrero cantaba:

Dices que me quieres mucho,
es mentira, pues me engañas,
en un corazón tan chico
no pueden caber dos almas.

Cielito, cielo que sí
cielito no te decía
que vos te habías de olvidar
y yo no me olvidaría.

Durante se cantaba estos versos, cada uno bailaba en su sitio, con la gracia y la soltura que podía, haciendo al final un fuerte repiqueteo muy al compás y quedando con un pie en el aire al terminarlo”.

(Descripción de un Cielito hacia 1840-1850, publicado en el diario La Patria Argentina en 1884).


¿Dónde encontrar en los pliegues de la cultura, la emoción, el carácter de un contenido perdido, de aquellos los hombres que dieron el primer grito grande de libertad en nuestra patria, que resonó a lo largo de toda América? La elección de El Cielito no es casual, la magnífica expresión fue una danza en pleno uso en los primeros años desde la Revolución de Mayo. La danza, según el lenguaje de Carlos Vega, es mucho más que un baile: la danza es creer, desear, “pide, ruega y propicia”, es “un medio, y mucho más que un medio”. No sorprende entonces que el Cielito haya sido música, baile de parejas dentro o fuera de representaciones teatrales, origen de la poesía gauchesca con el poeta Bartolomé Hidalgo, gacetilla de información para los soldados, y arma política en versos, después, para unitarios y federales.

Y el Cielito surge de las pampas bonaerenses, así lo cree Carlos Vega. El primer texto se habría publicado en 1813, la primera versión musical en 1816 y la primera descripción coreográfica en 1818. “Tengo por cierto hasta ahora –escribe Vega- que el Cielito sobrellevaba decadente vida en la campaña bonaerense cuando estalló en la ciudad capital la Revolución liberadora de 1810”. Dos intelectuales de la proyectiva generación del 37, Juan María Gutiérrez y Juan Bautista Alberdi, el segundo músico y pionero en escritos sobre música, al llegar a Buenos Aires luego de la Revolución dejan sus primeras impresiones, Gutiérrez a propósito escribe: “salió de su oscura esfera desde los primeros días de la revolución”; Vega, nacido en un pueblo de campaña, completa la cita sobre el Cielito: “creo que esta oscura esfera es el ambiente rural bonaerense. En aquella época la campaña iniciaba sus trebolares a pocas cuadras de la plaza de Mayo y sus pobladores –los gauchos- se concentraban en decenas de inmediatos kilómetros en torno de la ciudad”.

Un diplomático inglés que llega a la Argentina en 1821, lo ve acaso por primera vez con ojos europeos: “Las diversiones generales (en Buenos Aires) son la contradanza española ( ); el vals, los minués, y una danza acompañada con palabras en la cual la señorita avanza primero y canta ‘Cielito, mi Cielito…’”. El azoramiento del inglés, si nos limitamos al ámbito musicológico, no es tal, ya que el baile técnicamente proviene de la contradanza española, pero sirve para remarcar la extrañeza.

El Cielito fue –continúa Vega-, por excelencia, la danza de la Revolución. Su época de oro en los salones no duró muchos años a partir de las últimas batallas de la Independencia (1824) y su decadencia en la capital, como baile, se inició entre los años 1830 y 1834”. Y luego, ya como una crónica de su desfallecimiento, trae los siguientes comentarios: En 1844 “es recordado con frases cálidas; un músico lo describe ‘hace vibrar involuntariamente los nervios de la contemplativa y retirada anciana, de la doncella, del magistrado, del militar’”. En 1868 “el cielo en homenaje al país y a los sentimientos nacionales de la dueña de casa”. Y en 1880 un escritor lo ve “en las casas de más rancias costumbres” como “rezago de épocas de antaño”. De este modo el Cielito muere para volver donde había salido, a las campañas, algo de su énfasis renacerá transformado luego en el Pericón –hoy baile nacional-, como veremos más adelante.

Una forma precursora de el Cielito -antes de tomar su nombre- era parte de los sainetes campesinos entre 1780 y 1790. Baile de cuatro al son de canto y guitarra. Posteriormente en la misma representación teatral, en 1818, serán tres hombres y tres mujeres enfrentados. Hacia mediados del siglo XIX, el bastonero llamaba a “todos los que cabían en la sala” y “en una larga fila que se extendía silenciosamente a lo largo de la habitación, tomaba a las niñas e íbalas colocando en orden frente a los hombres”. La clasificación de el Cielito como danza –en esta suerte de empresa categorial que impone Carlos Vega y hoy es consulta obligada para los bailarines- es de pareja suelta, interdependiente de las otras parejas, código que comparte con El Pericón y la Media Caña.

Está ya muy documentado por los historiadores, que el Cielito llega a Bolivia con Belgrano en la guerra de la Independencia de 1813. “Después de la batalla de Salta, cuando el general Belgrano retoma la iniciativa e invade el Alto Perú, el Cielito hace su entrada en Potosí”, pero según Vega allí no habría perdurado. Otra es la suerte que corrió en Chile, introducido por San Martín, donde vivió cien años con sus danzas variantes. Y la situación en el Perú también es sugestiva, el general inglés Guillermo Miller, que se incorpora al Ejercito de los Andes en 1817, deja una anotación que Vega interpela: “¿Y los soldados? ( ) ¿Qué cantaban? El capitan Miller dice algo: ‘Canciones nacionales e himnos de libertad, se oían todas las noches hasta muy tarde por todo el campamento’. No dudemos de que esas canciones nacionales eran los Cielitos bonaerenses”.

En Uruguay el nacimiento de el Cielito se da al mismo tiempo que en la Argentina, no hay que olvidar que el para muchos primer poeta gauchesco y poeta popular de la Revolución, Bartolomé Hidalgo (1788-1822), era oriental. Recordemos parte de este cielito de su autoría sobre la Independencia y la unión latinoamericana:

Si de todo lo creado
es el cielo lo mejor,
el cielo ha de ser el baile
de los Pueblos de la Unión.

Cielo, cielito y más cielo,
cielito siempre cantad
que la alegría es del cielo,
del cielo es la libertad.

Hoy una nueva Nación
en el mundo se presenta
pues las Provincias Unidas
proclaman su Independencia.


Acerca del destino de la danza en el Paraguay –donde hasta 1944 por lo menos se conservó “en plena vigencia folklórica”- Vega refiere con una anécdota de viaje: “cuando estuve en el Paraguay, en 1944, también vi el Vals en el Cielito de los paraguayos, que es el argentino modificado”. El vals enlazado es la segunda figura de el Cielito primitivo, o sea el segundo momento del baile. Al primer momento lo documenta de este modo: “El cielo empieza por un paso de mímica, en que el caballero parece invitar a la dama a bailar”, esta misma figura habría entrado luego en el Pericón argentino.

El Pericón, como la Media Caña, es una variante de el Cielito, “y corre décadas envuelto en él”, su lugar en el drama popular le da vida y desde el ambiente tradicionalista asciende otra vez a los salones, a principios del siglo XX, luego se lo pasa a considerar el baile nacional por excelencia. Con este mínimo ejemplo de transformación, perdida y ganancia, podemos dar cuenta de lo que interesaba a Vega del proceso de la cultura y de su metodología de estudio. En su obra “Panorama de la música popular argentina” empieza a despejar el área que debe estudiar el folklore y, al hablar de la noción de “pueblo”, llama la atención sobre las divisiones que recaen sobre él y obstruyen cualquier investigación seria: la división en clases sociales –económica-, en naciones –política-, por nivel de instrucción –intelectual-, por valoración artística -de creer que hay un arte más complejo que otro-, y relacionada sobre todo con las dos últimas, la división entre gente de campaña y de ciudad. Mediante este breve esbozo somos capaces de entender ahora el porqué a Vega se lo coloca como el que da estatuto de ciencia a la musicología –aunque aquí no discutamos qué es ciencia- y de lo definitivo que fue la tarea de un hombre para quien el trabajo de campo iba a la par de lo teórico.

Volviendo a el Cielito, desde luego existen otros trabajos recopilatorios que reparan, y no es porque Vega no lo haga, exclusivamente en su forma poética. En “Cielitos de la patria”, Horacio Jorge Becco copia algunos que eran utilizados como armas políticas, su publicación en periódicos tenía como finalidad el desprestigio del enemigo, señalar sus defectos al tiempo que exaltar las virtudes propias. El musicólogo lo decía: “el Cielito se inicia como gacetilla oral, canción de guerra donde se relataban los sucesos del día”, veinte años después de la Revolución este discurso poético, en su mayor parte anónimo, era arma de combate entre unitarios y federales. Tenemos por ejemplo los famosos cielitos federales a la muerte de Dorrego en 1829:

Cielo y cielo nublado,
por la muerte de Dorrego,
enlútense las provincias
lloren cantando este cielo.

Otra variante del mismo hecho:

Este es el cielo de los cielos
que hemos todos de cantar,
porque ya los unitarios
nos quieren esclavizar.


Por supuesto cielitos federales a Juan Manuel de Rosas:

Cielito, cielo y más cielo,
cielito de la opinión,
el pueblo se ha decidido
por muerte o Federación.


Y réplicas unitarias. El que sigue pertenece a los últimos días del Restaurador:

Cielito, cielo y más cielo,
cielito de la despedida,
muera Rosas y seremos
¡libres para toda la vida!


Pero lo que nos importa señalar aquí es que el trasfondo poético era uno, y el interrogante de si al languidecer la expresión no muere también una forma de ser y sentir del pueblo.

Tal vez el cielito sea el recorte azul de la esperanza que la Patria nunca pierde, y aquí Vega no puede ayudarnos. Sin nostalgias, declara de la danza su fenecimiento: “Ha perdido continuidad la tradición del contenido; ha muerto el significado, que implica muchas muertes, y ahí está la forma vacua, incomprendida y respetada”. Mejor para nosotros hoy, sonarían las palabras que le dicta fray Cayetano Rodríguez a Juan María Gutiérrez en una correspondencia: “La Patria es una nueva musa que influye diariamente”.

Abril 2010


Bibliografía: Carlos Vega, Las danzas populares argentinas, 1952 (edición facsimiliar de1986, INM); Carlos Vega, Panorama de la música popular argentina, un ensayo sobre la ciencia del folklore, 1944 (edición facsimilar de 1998, Losada); Horacio Jorge Becco, Cielitos de la patria, 1985, Plus Ultra; Bartolomé Hidalgo, Cielitos y diálogos patrióticos, 1967, CEAL.


Biografía de Carlos Enrique Pellegrini:

Carlos Enrique Pellegrini junto a sus dos hijos, para la época de su vida en La figura


Carlos Enrique Pellegrini (Saboya, Italia,1800- Buenos Aires,1875). Llega en 1828 a Buenos Aires convocado por Rivadavia para realizar unos trabajos hidráulicos que no prosperaron. Pintor, ingeniero y productor rural, fue propietario de la estancia La figura de Uribelarrea, entre 1837 y 1853.

El nombre de la estancia, según Lucio García Ledesma, proviene de un mote dado por los vecinos de Uribe cuando el dueño coloca una imagen de la Virgen en el frente de la casa. En La figura Pellegrini implanta el “balde volcador”, un sencillo y eficaz método para dar de beber al ganado; el arquitecto Carlos Moreno en su libro “Patrimonio de la Producción Rural” describe y dibuja el invento, que aún funciona al viejo estilo en la Guardia del Juncal. En la misma estancia Pellegrini enseña a leer y a escribir a su hijo Carlos, luego Presidente de la Nación (el investigador Oscar González, antes de morir, estaba tratando de probar su nacimiento en La figura, hecho probable por fechas coincidentes aunque muchas biografías contradigan el dato).

Luego de la batalla de Caseros en 1852 y vendida la estancia, crea la Revista del Plata donde plasma toda su experiencia rural.

Formado en la Escuela Politécnica de París, como ingeniero y pintor Carlos Enrique Pellegrini también realizó una destacada carrera. En Buenos Aires descubre su habilidad para el retrato, donde además de pintar “el parecido” de las modelos capta las modas, las costumbres de la época y los paisajes urbanos y sus alrededores con muy buena documentación. Eligió excelentes puntos de vista para retratar la fisonomía de edificios: la Recova en la Plaza de Mayo, las iglesias, el cementerio de la Recoleta, el Cabildo y, a través de grabados, logra tempranas imágenes de la ciudad de incalculable valor. Como ingeniero en 1855 proyectó y dirigió la construcción del antiguo Teatro Colón, edificio vendido en 1888 al Banco Nacional, que con su importe facilitó la construcción del actual Teatro.

Bibliografía: “Bases documentales…” Lucio García Ledesma, Editor Municipalidad de Cañuelas, 1979; “Patrimonio de la producción rural”, Carlos Moreno, Fundación de Arquitectura y Patrimonio, 1991; Carlos Pellegrini, Los nombres del poder, Ezequiel Gallo, FCE, 1997; “Pintura argentina”, Precursores I, Ediciones Banco Velox, 2001.